MUJERES TRABAJADORAS: TESTIMONIOS DE EMPODERAMIENTO ECONÓMICO DE LAS MUJERES

Comprender la contribución del trabajo de las mujeres y el aporte económico que esto significa en diferentes sectores de la sociedad es clave para abrir el diálogo sobre la igualdad de oportunidades y responsabilidades que se distribuye en los entornos familiares y laborales. El 8 de marzo es una fecha que nos invita reflexionar cuanto hemos avanzado en temas de igualdad para mujeres y hombres en diferentes sectores de nuestra sociedad.
Desde CARE Perú trabajamos para acompañar a las mujeres en su proceso de empoderamiento económico a nivel nacional. En este sentido, tendemos puentes y alianzas estratégicas con el sector público y privado, buscando contribuir a mejorar sus ingresos económicos, seguridad alimentaria y nutricional. Esto significa que miles de familias puedan incrementar sosteniblemente los ingresos económicos familiares especialmente de mujeres y jóvenes, tanto en sectores tradicionales como en sectores no tradicionales para su desarrollo profesional, emprendedor, etc.

Mujeres en extensión agrícola
En Perú, la agricultura es un sector asociado tradicionalmente a los hombres. Sin embargo, las mujeres representan casi el 50% de la mano de obra que trabaja en los cultivos, proveyendo de alimentos a las principales ciudades de nuestro país. En este sentido, las barreras que afrontan las mujeres agricultoras empiezan a manifestarse en su acceso a la titularidad de la tierra, acceso a capacitaciones o extensión técnica y acceso a financiamiento para invertir en sus negocios agropecuarios.

Desde el proyecto Ella Alimenta al Mundo, iniciativa de CARE Perú y PepsiCo, trabajamos para bajo un modelo integrado para el mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional a través de seis áreas de cambio incluyendo empoderamiento de la mujer; incremento en los recursos productivos; incremento en las oportunidades de acceso a mercados; mejora de los índices de nutrición; mayor protección social y multiplicación de impacto. Este proyecto busca impactar de manera directa a 54,000 agricultoras y agricultores de las regiones de Lima, Ica y Piura.

En sentido, Brígida Arévalo, agricultora y criadora de cuyes en Pachacamac, Lima nos comenta que #TambiénEsDeMujeres “participar en la formación como promotora de competitividad agraria. Me ha ayudado a perder el miedo de aplicar mis conocimientos para manejar mi propia chacra y mi criadero de cuyes. Me siento acompañada por el equipo del proyecto Ella Alimenta al Mundo, y sobre todo, me siento acompañada por otras mujeres agricultoras que comparten sus técnicas y experiencias de vida.”
Mujeres emprendedoras y salud mental
Nayda Cayo es presidenta de la Asociación Mesa MiPyME Cayma que agrupa a emprendedoras y emprendedores en los rubros de gastronomía, manualidades, artesanías y textiles en la ciudad de Arequipa. Dentro de la organización se encuentran entre 25 y 30 socias y socios que participan de manera activa en las actividades, ferias y capacitaciones que ofrece la mesa.
Además, Nayda participa en diferentes actividades del proyecto Mujeres Resilientes, iniciativa de CARE Perú y el grupo Scotiabank, que tiene como objetivo contribuir al empoderamiento económico y educación financiera de 1,100 mujeres emprendedoras de las regiones de Arequipa, Lima y La Libertad. Desde su punto de vista Nayda destaca las capacitaciones recibidas sobre el manejo de redes sociales y el uso de servicios financieros como Plin y la cuenta Free.

Asimismo, nos comenta que fueron muy importantes los talleres sobre habilidades blandas y liderazgo, ya que la ayudaron a tener más confianza en sí misma y mejorar sus niveles de autoestima como mujeres liderando un negocio propio o familiar. Durante la pandemia, muchas emprendedoras como ella experimentaron altos niveles de desgaste emocional y físico por la difícil situación que afectó sus ingresos económicos. Nayda considera que las mujeres que lideran un negocio tienen sueños y metas, pero también sienten una gran presión cuando son jefas de hogar y, a la vez, el sostén económico principal de sus familias.
Junto a las mujeres que son parte de su asociación y las emprendedoras del proyecto, Nayda aprendió qué #TamiénEsDeMujeres formar un círculo de soporte y motivación entre ellas, porque son la prueba de que pueden salir adelante, identificando las barreras que las excluye del sistema financiero y del mercado. También nos comenta que el equilibrio mental es importante porque al ser lideresa y emprendedora, está en constante proceso creativo y ayuda mucho tener un soporte emocional en casa para que distribuir de manera más equitativa las responsabilidades de las tareas de cuidado familiar.

Acceso a financiamiento
El salto cualitativo de emprendedoras a empresarias es uno de los principales retos para reducir las brechas de género en el sector de negocios en Perú. De esta forma, el proyecto IGNITE, iniciativa ejecutada por CARE Perú y Mastercard, impactará en 36 mil microempresas en marcha y con potencial de crecimiento, haciendo especial énfasis en aquellos negocios liderados por mujeres. Además, se espera también alcanzar con el proyecto a otros segmentos de mujeres empresarias más emergentes.

Mery Salazar, empresaria y dueña de Artes Yanesha Amazónica en Ucayali, nos comparte 3 reflexiones importantes desde su experiencia como mujer liderando un negocio. Nos explica en 3 frases cortas que #TambiénEsDeMujeres:
• Acceder a financiamiento: “Conseguir un préstamo es bastante complicado para una mujer porque nos piden que cumplamos con muchos requisitos. Por ejemplo, una licencia comercial o poner su casa como garantía, incluso su propio negocio”.
• Desafiar los estereotipos de género. “Muchas veces los hombres no quieren que las mujeres trabajemos. Quieren que nos quedemos en casa cuidando a los niños y no permiten que las mujeres se destaquen o se ganen la vida de forma independiente. Las mujeres también merecemos tener la oportunidad de trabajar, salir adelante con nuestros negocios. A veces nos sentimos frustradas, pero a pesar de todo, hemos superado todos los obstáculos. Como mujeres, podemos hacer grandes cosas».
• Tener una estrategia comercial: “La pandemia nos ha perjudicado mucho, especialmente a los del negocio de la artesanía. Tuvimos que reinventarnos, quedarnos en casa, vender nuestros productos a través de las redes sociales o hacer entregas a domicilio y así, ganar dinero para mantener a nuestra familia”.

