Empoderamiento femenino: ¿Por qué y cómo promover la sororidad en las empresas?

Aunque la relación de apoyo y contención entre mujeres existe desde hace mucho tiempo, en los últimos años hemos escuchado hablar con más fuerza sobre la sororidad. Este término hace referencia a la “relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento”, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE).
Actualmente, las mujeres aún deben enfrentar diversos obstáculos y peligros para alcanzar su crecimiento personal y profesional: desde estereotipos y brechas de género, hasta violencia, paga desigual y falta de oportunidades, por mencionar algunos. En este contexto, las redes de soporte y solidaridad entre ellas son cada vez más valiosas, sobre todo, para apoyarse y hacer frente a las desigualdades de género.
La sororidad insta a las mujeres a no percibirse como competidoras o amenazas, sino más bien a acompañarse y ayudarse mutuamente, formando así una red de hermandad que les permite crecer integralmente: a nivel personal, laboral y emocional. De acuerdo con Susana Osorio, especialista en género de CARE Perú, “la sororidad pasa por reconocer que tu par mujer no es tu competencia, sino que puede ser tu aliada y que juntas pueden lograr más que haciéndolo de manera separada”.
De acuerdo con un estudio del Harvard Business Review, las mujeres que se rodean de otras mujeres y que cuentan con una red más amplia de contactos tienen más posibilidades de alcanzar mejores cargos y mejor remuneración. ¿Por qué sucede esto? Cuando se construye esta red de ayuda se comparten experiencias, se trabaja la empatía y cuando una cae, todas están ahí para levantarla. De ahí que las mujeres que se apoyan entre sí sean más propensas a alcanzar sus metas y ser exitosas.
Si bien no se puede forzar, desde el lado de las empresas sí es posible promover y fomentar la sororidad. Las mujeres que se comprometen entre ellas forman un lazo de amistad, respeto y confianza que las empodera y las impulsa a dar lo mejor de sí. Esta alianza contribuye no solo a un buen clima laboral, sino también a un espacio de trabajo más igualitario y seguro, a una mejor comunicación y a un trabajo más colaborativo y productivo.
¿Cómo promover la sororidad en mi empresa y equipo de trabajo?
La sororidad puede trabajarse desde muchos ámbitos. Lo primero que debemos hacer es dejar de lado los prejuicios y estereotipos de género que generan tanta desigualdad y apostar por escuchar sus ideas y propuestas, así como brindarles espacios de crecimiento y apoyo. A continuación, explicamos algunos puntos que pueden ayudar a promover la sororidad laboral:
Escuchar sus ideas y creerles
Puede sonar muy básico, pero lamentablemente en muchos espacios las mujeres son silenciadas y sus ideas son descartadas de inmediato. Como seres humanos, todos merecemos respeto e igualdad en el trato. Es importante dar espacio para compartir ideas y emociones.
Visibilizar su trabajo y logros
Por muchos años el aporte de las mujeres a la sociedad fue invisibilizado, trayendo como consecuencia inequidad y desvalorización de sus capacidades. Visibilizar el trabajo de las mujeres y reconocer sus logros públicamente no solo inspirará a las demás, sino que también abrirá nuevas y mejores oportunidades: alcanzar más puestos directivos, mejor remuneración, potenciar el liderazgo femenino, entre otros.
Crear espacios de diálogo que ayuden a construir relaciones
Estos espacios permiten conocerse, compartir información y saber que no están solas. Compartir experiencias, intercambiar ideas y fomentar el diálogo puede llevar a la creación de redes y conexiones más profundas. Como comenta Susana Osorio, “las mujeres pueden potenciar su realidad en espacios no provisionales a partir de compartir información, pues la brecha de información de mercados es recurrente en empresas lideradas por mujeres. La mayoría de los circuitos en donde se mueven los empresarios hombres comparten información de mercado, oportunidades de negocio. En cambio, con las mujeres creo que eso todavía falta potenciar”.
Sancionar los casos de desigualdad de género y acoso
Para formar una red de confianza es importante empezar por la igualdad de género y dar el ejemplo a nivel de organización. En ese sentido, es fundamental contar con una política estricta para sancionar los casos de acoso laboral o de desigualdad. Tener una posición firme y mostrar el apoyo adecuado a las víctimas es fundamental. De igual manera, es importante brindar capacitaciones en igualdad de género para mantener un espacio de trabajo saludable. Como empresa, procura también apoyar proyectos o movimientos sociales que trabajen por los derechos y el desarrollo integral de la mujer.
Invertir en programas de mentoría femenina y capacitaciones
Como organización, debes acercar las herramientas necesarias para que puedan desarrollar integralmente sus capacidades, tanto a nivel intelectual como emocional. Las capacitaciones y mentorías contribuyen a una formación integral, no solo para ellas, sino también para todos los colaboradores, quienes aprenderán a valorar el aporte femenino y a desarrollar espacios de trabajo más equitativos y confiables.
Desde CARE Perú queremos contribuir a que más emprendedoras tengan acceso a herramientas digitales y financieras, tecnología, capacitaciones y a redes de contacto para hacer crecer sus negocios y desarrollar sus habilidades empresariales. Por esta razón, con la colaboración del Centro Mastercard para el crecimiento inclusivo, ejecutamos el proyecto Ignite, la cual se enfoca en desarrollar integralmente el potencial de microempresarios y, principalmente, microempresarias, con el fin de contribuir a una economía resiliente e inclusiva.
El proyecto se centra en negocios con menos de 10 empleados que han estado activos durante al menos dos años y busca alcanzar a casi 1 millón de microempresarias y microempresarios en diversas regiones del país. Además, plantea acelerar el crecimiento de 36 000 empresas, impactando también en los empleados y familiares. De esta manera, reafirmamos nuestro compromiso de apoyo integral a micro y pequeñas empresas, las cuales aún enfrentan muchas dificultades para establecerse y crecer.