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¿Por qué la inclusión financiera de las mujeres es crucial para el desarrollo económico y social?

viernes 1 de octubre, 2021

La crisis generada por la COVID-19 ha reforzado las brechas económicas, sociales y de género en el país y ha hecho mucho más visible la necesidad de trabajar por la inclusión financiera de las mujeres. Si hablamos del impacto económico, ellas han sido de las más afectadas, no solo porque suelen participar en los sectores más golpeados: comercio y servicios, sino también porque tienen menores tasas de ocupación y durante la emergencia han dedicado más tiempo al trabajo no remunerado en el hogar, reduciendo así sus oportunidades laborales.

En particular, las microempresarias han visto el camino más complicado, pues con la pandemia se han acentuado las barreras que ya enfrentaban previamente: desigualdad de género, estereotipos, falta de acceso a créditos, falta de financiamiento, de formación empresarial, entre otras. La inclusión financiera de las mujeres se ha puesto aún más en riesgo en el contexto actual, por lo que urgen políticas y servicios destinados a cambiar esta realidad.

Como señala Susana Osorio, especialista en género de CARE Perú, la inclusión financiera es una necesidad en pleno siglo XXI, ya que, en la economía digital actual, no pertenecer a sistemas financieros formales puede llevarnos al fracaso, sobre todo si tenemos un negocio. Además, comenta que “las finanzas están construidas en función del mercado de hombres, entonces es como querer poner la misma ropa a todas las personas, cuando en realidad el sector financiero tendría que comenzar a pensar no solo en cuáles son las necesidades, sino también cuáles son las barreras que tienen las mujeres para poder integrarse al sistema formal”.

La situación de las mujeres peruanas en el ámbito financiero

De acuerdo con la Superintendencia de Banca y Seguros del Perú (SBS), las mujeres tienen un menor acceso a los servicios financieros debido a las diferencias con los varones en el nivel de ingresos y empleo, además de las desigualdades en la tenencia de propiedad y la educación financiera.

Antes de la pandemia ya había una gran brecha para las mujeres. Datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de 2019 señalaban que solo el 41,3 % de las mujeres participaba del sistema financiero formal. A nivel de América Latina y el Caribe, informes del Banco Mundial indican que solo el 49 % de las mujeres tiene una cuenta bancaria, el 11 % ahorra y el 10 % dispone de crédito, todos estos valores menores a los de los hombres.

Las Encuestas de Medición de Capacidades Financieras (2019-2020) realizadas por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) encontraron que ellas tienen una baja resiliencia ante choques financieros negativos, son más vulnerables financieramente, tienen menos conocimientos financieros, más aversión al riesgo y menos confianza en asuntos financieros. Sumado a esto, hay que tener en cuenta la brecha de género digital que provoca un atraso en cuanto a acceso a servicios financieros digitales.

¿Por qué necesitamos lograr la inclusión financiera de las mujeres?

De acuerdo con el Banco Mundial, la inclusión financiera es importante para reducir la pobreza e impulsar la prosperidad, pues permite que el acceso a productos financieros útiles que ayuden a satisfacer diversas necesidades (transacciones, ahorros, pagos, crédito y seguro). Además, resalta que la inclusión financiera es un factor que propicia siete Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En esa línea, la SBS ya ha mencionado que es clave lograr la inclusión financiera de las mujeres para promover el crecimiento económico y el desarrollo, Osorio agrega que “no solo porque son más vulnerables a la pobreza, sino porque de ellas depende gran parte el bienestar de las familias, comunidades y sociedad”. De hecho, ellas suelen invertir principalmente en la educación y salud de sus hijas e hijos. Asimismo, ha subrayado que la inclusión financiera contribuye a su empoderamiento e independencia económica, logrando a la vez que se incremente su participación en la toma de decisiones en el hogar.

¿Cómo contribuir a la inclusión financiera de las mujeres?

Para lograrlo se requiere del trabajo conjunto del Gobierno y de las entidades financieras y no financieras. Necesitamos primero entender la situación, así como las barreras y necesidades de las mujeres para luego crear y ofrecer productos financieros a su medida que les ayuden a entrar al sistema formal y a potenciar sus negocios.

Otro factor importante es el compromiso para invertir en ellas con el fin de aumentar sus conocimientos financieros y digitales. Los programas de educación financiera son vitales e incluir el punto de vista digital y de género es aún más necesario. La tecnología financiera digital también hace posible que las poblaciones más alejadas y las pequeñas empresas accedan a sistemas financieros formales, por lo que es necesario trabajar en ella.

Para lograr la inclusión, el Banco Mundial indica que es necesario contar con un marco normativo y reglamentario adecuado que incentive la innovación, fomente el acceso a servicios financieros y proteja a los usuarios. De igual forma, es fundamental trabajar en la confianza y seguridad de las mujeres para que puedan alcanzar su máximo potencial.

Desde CARE Perú queremos contribuir a que más emprendedoras tengan acceso a herramientas financieras y digitales, tecnología, capacitaciones y a redes de contacto para hacer crecer sus negocios. Por esta razón, con la colaboración del Centro Mastercard para el crecimiento inclusivo, creamos la campaña Ignite, la cual se enfoca en desarrollar integralmente el potencial de microempresarios y, principalmente, microempresarias, con el fin de contribuir a una economía resiliente e inclusiva.

El proyecto se centra en negocios con menos de 10 empleados que han estado activos durante al menos dos años y busca alcanzar a casi 1 millón de microempresarias y microempresarios en diversas regiones del país. Además, plantea acelerar el crecimiento de 36 000 empresas, impactando también en los empleados y familiares. De esta manera, reafirmamos nuestro compromiso por la inclusión financiera y el apoyo integral a micro y pequeñas empresas lideradas por mujeres, quienes aún enfrentan muchas barreras para hacer crecer sus negocios.

Asimismo, recordamos que este 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, con el objetivo de visibilizar su trabajo, fomentar su empoderamiento y luchar contra la desigualdad de género. Desde CARE Perú celebramos la fuerza, resiliencia y perseverancia de los miles de emprendedoras peruanas que, pese a las dificultades, trabajan cada día para crecer integralmente, apoyar a sus familias y mejorar el país. A la vez, nos comprometemos a seguir apoyándolas con iniciativas y actividades que fomenten su desarrollo integral. ¡Gracias, emprendedoras!

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